El Infanta Elena refuerza con nuevos equipos electromédicos la atención a las enfermedades respiratorias

Se incorporan la determinación por óxido nítrico exhalado para el asma alérgico y una nueva cabina para pruebas diagnósticas


El Hospital Infanta Elena ha incorporado dos nuevos equipos electromédicos de diagnóstico y seguimiento de enfermedades respiratorias destinados a la Unidad de Neumología, con el fin de mejorar la respuesta asistencial que se ofrece a los pacientes y seguir avanzando en el proceso de modernización y renovación de las infraestructuras y equipamiento del centro hospitalario.

Así, el Hospital dispone desde hace unos días de una nueva cabina para el estudio de la función pulmonar con mayores y mejores prestaciones, así como de un nuevo dispositivo para medir el grado de inflamación de los pulmones. Nuevos equipos que vienen a reforzar la asistencia en esta especialidad y que permitirán conocer con mayor precisión la situación del paciente y su respuesta ante los distintos tratamientos.

En este sentido, la nueva cabina destinada a la realización de espirometrías y todo tipo de estudios de difusión pulmonar de última generación, permite llevar a cabo todo tipo de pruebas funcionales respiratorias, destinadas a estudiar el volumen y capacidad pulmonar de los pacientes y medir el efecto de enfermedades crónicas como el asma.

Gracias a esta nueva cabina, además de la espirometría, que permite medir la capacidad de inhalar y exhalar de los pulmones, se puede completar el análisis del paciente con pruebas más específicas como estudios de difusión y pletismografía corporal para comprobar, por ejemplo, la capacidad de difusión del CO, la capacidad total de los pulmones o la cantidad de aire que queda en ellos después de exhalar, lo que implica una evaluación mucho más precisa.

Las pruebas se realizan en una cámara cerrada, en la que los pacientes deben respirar por una boquilla conectada a un medidor a diferentes ritmos e intensidades, de forma que los especialistas puedan valorar sus registros pulmonares. Se trata de pruebas muy específicas que ayudan, entre otras cuestiones, a realizar un diagnóstico precoz de enfermedades como la EPOC, medir el efecto que la enfermedad está ocasionando al paciente o valorar la respuesta al tratamiento prescrito.

Además, el centro hospitalario ha incorporado también el equipo electromédico necesario para la realización del examen de FeNO o determinación de la cantidad de óxido nítrico exhalado en pacientes con asma alérgica o eosinofílica. Este indicador permite conocer la cantidad de inflamación pulmonar presente, ya que el óxido nítrico se genera por parte de las células que participan en ese proceso de inflamación. También se puede saber con cuánta efectividad los esteroides inhalados prescritos para el paciente están controlando realmente esta inflamación.

No hay que olvidar que el asma es, por definición, un proceso inflamatorio crónico que limita el flujo de aire de las vías respiratorias y aumenta el grado de respuesta del cuerpo a los agentes desencadenantes. El problema es que en ocasiones y aunque el paciente pueda sentir que su respiración está bien, la inflamación puede continuar significativamente elevada, generando problemas en el organismo.

Los métodos convencionales para el seguimiento del asma se han centrado tradicionalmente en los síntomas y en la constricción de las vías respiratorias, sin que se pudiese realizar una evaluación rutinaria del nivel de inflamación subyacente, por lo que contar con la posibilidad de analizar la verdadera situación del paciente gracias a esta nueva incorporación es un valor añadido a la atención sanitaria que reciben.

Ese conocimiento deriva también de manera significativa en la prescripción de la medicación, permitiendo adaptar de una forma mucho más exacta la cantidad de esteroides inhalados, atendiendo no solo a los síntomas respiratorios, sino a la situación real de inflamación pulmonar. El uso de estas mediciones puede reducir de manera significativa las dosis de mantenimiento de estos medicamentos, sin que afecte al control del asma, pudiendo reducirse la dosis de forma gradual hasta el punto óptimo.

Estas iniciativas por parte de la Unidad de Neumología vienen a sumarse a las nuevas prestaciones que está incorporando el Hospital Infanta Elena en los últimos años en numerosas especialidades, así como a la renovación de parte de sus infraestructuras y equipamiento, sobre todo los de carácter sanitario, para la mejora de la asistencia a sus pacientes, ganando en calidad y en seguridad.

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