El Hospital de Día del Infanta Elena implanta un programa para reducir las complicaciones quirúrgicas en pacientes de alto riesgo

El Hospital Infanta Elena ha incorporado un nuevo programa asistencial destinado a reforzar la salud de determinados pacientes considerados de riesgo, de forma previa a la realización de una intervención quirúrgica, de forma que pueda evitarse o reducirse sensiblemente la posibilidad de sufrir complicaciones postquirúrgicas derivadas de su estado de salud. Para ello, el programa contempla la necesidad de identificar antes de ser operados a aquellos que presentan un mayor riesgo y que requieren de la puesta en marcha de una serie de actuaciones que les ayuden a afrontar la intervención con mayores garantías.

La puesta en marcha de este programa por parte de los profesionales del Hospital de Día, que ya lleva en funcionamiento de forma piloto varios meses, ha permitido atender a más de 60 pacientes, demostrando su eficacia a la hora de ayudar a los pacientes a afrontar la intervención de forma más segura, a minimizar las complicaciones en gran parte de los casos y a reducir su periodo de estancia en el hospital y de recuperación tras la intervención quirúrgica.

No hay que olvidar que, si bien durante los últimos años la cirugía ha experimentado importantes avances en el ámbito de la anestesia, el control del dolor y la cirugía mínimamente invasiva, existe todavía una incidencia significativa de complicaciones en determinados pacientes. Unos problemas que pueden explicarse, en gran medida, por el número cada vez más elevado de pro­cedimientos quirúrgicos que se llevan a cabo a nivel general y por el aumento del volumen de intervenciones en pacientes de edad cada vez más avanzada y que presentan, por lo tanto, un mayor porcentaje de enfermedades crónicas y un nivel de salud más debilitado.

En este sentido, las complicaciones más frecuentes que sufren estos pacientes suelen centrarse en el mayor riesgo de infección tras la cirugía, los problemas derivados de la mala cicatrización de la herida quirúrgica y la posibilidad de aparición de una hemorragia. Para evitarlo, los profesionales del Hospital de Día llevan a cabo un análisis completo de los problemas de salud previos del paciente, determinan un abordaje nutricional adecuado y activan el tratamiento de aquellos puntos débiles de la salud del paciente que puedan generar trastornos durante la operación, como la diabetes o los problemas cardíacos.

Este programa, que está impulsado por el Servicio de Medicina Interna del Hospital, se ha centrado fundamentalmente en tres tipos de intervenciones: la cirugía del cáncer de colon, la cirugía de la fractura de cadera y la cistectomía radical. En el caso de la cirugía del cáncer, una de las más frecuentes en este tipo de programas, el seguimiento y el programa de atención al paciente no se limita al periodo antes de la intervención, sino que continua durante todo el proceso de hospitalización, y se mantiene, en aquellos casos que son necesarios, hasta tres meses después de intervenido, siempre con el objetivo de asegurar la completa recuperación de los pacientes después de la operación.

Hasta el momento, se han incluido en el programa todos los pacientes identificados como de riesgo que iban a ser intervenidos de estas patologías y se les ha ofrecido refuerzo de su capacidad física y nutricional. Un abordaje que debe tener en cuenta las necesidades individuales que presenta cada caso, atendiendo también a sus especiales circunstancias sociales y familiares, de forma que el paciente se encuentre lo mejor preparado posible para la intervención.

Al realizarse este programa en el ámbito del Hospital de Día, no es necesario por su parte, que los pacientes ingresen para tratar estos problemas, sino que puede realizarse de forma ambulatoria y se favorece que puedan venir desde casa para completar el tratamiento, reduciendo también el tiempo de recuperación.

El Hospital de Día del Infanta Elena se ha convertido en un dispositivo esencial en el centro, ya que permite ofrecer alternativas a la hospitalización tradicional, con el fin de evitar que los pacientes tengan que permanecer ingresados, sin que eso suponga una demora en la rapidez o la eficacia en la gestión de sus problemas de salud. Además, está considerado uno de los de mayor actividad entre los hospitales de su categoría, con 2881 pacientes atendidos durante 2018, y unos 2.000 pacientes durante el primer semestre de 2019.

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